Puede vivir y prosperar con el VIH si se mantiene al tanto de su tratamiento.
La ciencia ha avanzado mucho y, a diferencia de los primeros días de la epidemia del VIH, existen diversas opciones de tratamiento que permiten a las personas que viven con el VIH llevar una vida larga y saludable. Si se inicia el tratamiento lo antes posible tras el diagnóstico, se puede ayudar a detener la replicación del virus, atacando y destruyendo los glóbulos CD4 (blancos) que ayudan al sistema inmunitario a combatir la infección.
El tratamiento del VIH consiste en tomar medicamentos que ayudan a reducir la cantidad de VIH en la sangre, conocida como carga viral. La terapia antirretroviral (TAR) consiste en un régimen de tratamiento diario del VIH o una combinación de medicamentos para el VIH. Aunque la terapia antirretrovírica no puede curar el VIH, sí reduce el riesgo de transmisión del virus. Tomar la medicación para el VIH tal y como se ha prescrito ayudará a mantener la carga viral muy baja, lo que se conoce como supresión viral, y el recuento de células CD4 alto.
Aunque el tratamiento puede ser agotador y llevar a la "fatiga del tratamiento", seguir el régimen establecido por su médico es fundamental para llevar una vida segura y próspera.
La constancia es la clave cuando se trata de su régimen de medicación. Tomar la medicación tal y como se ha prescrito garantizará que no se desarrolle una resistencia a la medicación contra el VIH. Esto puede ocurrir cuando alguien se olvida de tomar sus píldoras según lo prescrito y podría conducir a un cambio o mutación del virus que hace que su tratamiento actual del VIH no sea tan eficaz para mantener la supresión viral.
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